El brazo ejecutivo de la Unión Europea, la Comisión Europea, planteó una propuesta el miércoles para duplicar el tamaño del fondo de rescate europeo de 440.000 millones de euros (US$588.000 millones) destinado a ayudar gobiernos de la zona euro, pero la idea fue rechazada por Alemania, según personas al tanto de la situación.
El desacuerdo entre Bruselas y Berlín se produce en medio de crecientes temores de que la crisis de confianza de los inversionistas en los gobiernos de la zona euro, que ya obligó a Grecia y a Irlanda a buscar rescates internacionales, podría expandirse tarde o temprano a Portugal y España.
Muchos inversionistas y analistas dudan que la UE haya acordado destinar el financiamiento suficiente para rescatar a España si el país llega a perder acceso a los mercados de bonos. El apoyo de Alemania, la mayor economía de Europa y el mayor contribuyente al fondo de rescate de la UE, sería esencial para cualquier aumento del fondo de ayuda.
Luego del rescate en mayo de Grecia por 110.000 millones, la UE estableció un programa de asistencia de 750.000 millones de euros junto con el Fondo Monetario Internacional. La pieza central de ese esfuerzo es el Fondo Europeo de Estabilización Financiera, o EFSF por sus siglas en inglés, el cual recibirá contribuciones de los países de la zona euro por hasta 440.000 millones de euros en garantías de crédito. Los aportes restantes provendrían del FMI y la Comisión Europea, con sede en Bruselas.
Funcionarios europeos indicaron que la postura de la Comisión era que Portugal y España pueden salir adelante sin un rescate. Un vocero de la Comisión indicó que es "absolutamente falso" que la entidad haya propuesto duplicar o expandir el fondo de rescate.
Pero otras fuentes europeas afirmaron que la Comisión planteó un plan para aumentar la capacidad del EFSF, y que fue desechado con rapidez por Berlín.
El banquero central más importante de Alemania, el presidente del Bundesbank, Axel Weber, dio pistas sobre las discusiones que se desarrollaban detrás de bambalinas cuando el miércoles afirmó que los gobiernos de la zona euro expandirían el EFSF si fuera necesario.
El gobierno consideró que los comentarios de Weber habían llegado en un momento inoportuno, y le ha dicho a la Comisión que el EFSF ya tiene los fondos suficientes a su disposición, según una persona al tanto.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, hablaron sobre la crisis de la zona euro el jueves por la noche, indicó un vocero de la canciller. Los líderes acordaron que las conversaciones sobre la ayuda para Irlanda deberían terminar pronto y elogiaron el plan del gobierno irlandés de recortar su déficit presupuestario. También enfatizaron que el actual plan de rescate europeo seguirá sin cambios hasta 2013, sostuvo el vocero.
Los temores de que la crisis bancaria y de deuda de Irlanda pudiera extenderse a España afectaron ayer el desempeño de los mercados en Europa. Los costos de endeudamiento de las economías más débiles de la zona euro permanecieron altos. Los operadores especularon que el Banco Central Europeo estaba contrarrestando la tendencia con la compra de bonos como parte de su programa de emergencia para apoyar el mercado.
La prima que España tiene que pagar para atraer inversionistas, comparada con la tasa pagada por Alemania (considerado del deudor más seguro de Europa) siguió subiendo y alcanzó ayer los 2,5 puntos porcentuales.
Los costos de asegurar la deuda española contra una eventual cesación de pagos tocó un nuevo récord: ahora cuesta anualmente US$301.000 proteger por cinco años US$10 millones en bonos soberanos de España, de acuerdo con Markit, un proveedor de datos financieros.
El euro cerró ligeramente al alza a US$1,3378, mientras que los precios de los bonos del gobierno irlandés cayeron.
El rendimiento del bono de referencia a 10 años del gobierno irlandés, que se mueve a la inversa de su precio, esta semana aumentó a 9,17% desde alrededor de 8% el lunes por la mañana.
El costo de asegurar los bonos del gobierno irlandés contra la cesación de pagos también se acercó a un máximo histórico el jueves, cuando el centro de información LCH Clearnet aumentó el costo de operar con bonos irlandeses por tercera vez en este mes.
Esto indica que en Irlanda, el anuncio del plan de austeridad más reciente no logró calmar los nervios.
La reacción refleja una variedad de preocupaciones sobre el presupuesto y el futuro político de Irlanda. Los observadores advirtieron que los pronósticos del gobierno sobre crecimiento económico podrían ser optimistas considerando el ajuste de cinturón que se cierne sobre el país.
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