Muchos inversionistas en fondos mutuos están apostando a que un crecimiento económico más fuerte en países emergentes como Brasil y China llevará a mayores retornos en los mercados de acciones allí que en los áreas de expansión más lenta como Europa y Estados Unidos.
Algunos de ellos podrían recibir una sorpresa.
Aunque las acciones de los mercados emergentes pueden servir para diversificar un portafolio y reducir el riesgo que implica un sismo en un lugar determinado del mercado, los estudios sugieren que un fuerte crecimiento económico frecuentemente no se traduce en un igualmente fuerte retorno de las acciones. La lección para los inversionistas, especialmente en EE.UU.: puede valer la pena mantener algo de dinero en casa en vez de enviarlo al extranjero, a pesar de las preocupaciones por el alto desempleo y el elevado déficit del gobierno.
En un reciente informe, Standard & Poor's (S&P) dijo que casi US$50.000 millones fueron a fondos que invierten en los mercados emergentes durante los primeros nueve meses del año. US$78.000 millones salieron de los fondos que invierten en los mercados desarrollados, de acuerdo con datos de EPFR Global que hace el seguimiento del flujo de fondos. En la semana que terminó el 6 de octubre, los fondos que los mercados emergentes atrajeron US$6.000 millones, el mayor flujo semanal en alrededor de 3 años.
Si los inversionistas están simplemente incrementando la tenencia de acciones de los mercados emergentes a partir de niveles muy bajos, eso es una buena cosa, dicen los estrategas de inversiones. A medida que los países emergentes se vuelven más ricos, sus acciones se moverán con más independencia con respecto a los mercados de otros lugares.
Pero hay un aspecto negativo potencial. "Nuestra preocupación es que cuando se tiene tanto dinero moviéndose tan rápido, hay crecientes riesgos de una burbuja de activos", opina el estratega de valores internacionales de S&P, Alec Young.
Más aún, la investigación sugiere que el rápido crecimiento del Producto Interno Bruto – una medida amplia de la producción de bienes y servicios de un país- en sí mismo no garantiza mayores retornos por acción. Una razón fundamental, dicen los economistas, es que los mercados son muy eficientes para reaccionar ante el cambio de expectativas respecto al crecimiento.
Es bien sabido que la economía china podría expandirse este año 10% y la de Singapur casi 15%, en comparación con un crecimiento previsto en Estados Unidos inferior al 3%. Pero debido a que las acciones en ese país y en Europa se han quedado atrás por el pesimismo con respecto a las perspectivas de crecimiento, tendrían un mejor potencial para subir que las de economías más vibrantes, sugiere la investigación.
Un estudio, que repasó los retornos en los mercados de 32 países desde la década de los años 70, concluyó que el avance de las acciones y la evolución económica pueden divergir drásticamente. El análisis del profesor de Finanzas de la Universidad de Florida, Jay Ritter, encontró que, por ejemplo, las acciones de Suecia tuvieron retornos de más de un 8% anual entre 1970 y 2002, aún cuando el Producto Interno Bruto creció a un ritmo anualizado de solamente 1,8%.
En contraste, mientras que el producto se expandió más del 5% anualmente en Corea del Sur entre 1988 y 2002, el retorno medio por acción fue de solamente 0,4% anual.
Una economía saludable no es una garantía de que las compañías establecidas atraerán suficiente capital y trabajo para expandir las ventas y las ganancias fuertemente , en parte porque tienen que competir por los recursos con nuevas empresas, explica Ritter.
Además, en los casos en los que las compañías vendieron acciones adicionales para financiar su crecimiento, han diluido a los accionistas actuales lo que implica que el incremento en las que están en circulación daña el valor de las más viejas. Las prácticas de gobierno corporativo más laxas también han erosionado los retornos para los accionistas minoritarios, aunque los inversionistas dicen que ahora esa es una preocupación menor.
Esto no quiere que algunos inversionistas no se hayan beneficiado enormemente con las acciones de los mercados emergentes.
Todo inversionista que haya comprado títulos de los mercados emergentes a fines de 2008, durante la crisis financiera global puede haber obtenido una ganancia de alrededor del 75% en 2009. Esto ocurrió a medida que los mercados globales de acciones se recuperaron fuertemente de niveles deprimidos. En contraste, el índice Standard & Poor's 500 creció alrededor del 23% en 2009.
Pero en general, durante la década pasada, los inversionistas se vieron premiados por el riesgo adicional que tomaron "no debido al alto crecimiento económico en sí, sino debido más bien al relativamente bajo valor de las acciones a comienzos de la década de los 2000, combinado con un crecimiento económico consistentemente más alto de lo esperado durante ese período", concluye un análisis realizado por economistas de Vanguard.
" La gente debería tener acciones de los mercados emergentes pero si usted está escuchando sobre ellas por primera vez, puede ser mejor esperar", dice el escritor y asesor financiero William Bernstein.
Para los inversionistas que están considerando agregar acciones de los mercados emergentes a sus portafolios, aquí hay algunas formas de hacerlo tratando de limitar el riesgo:
No haga una apuesta demasiado grande a los mercados emergentes.
Las acciones de mercados emergentes deberían representar cerca del 10% al 15% de todo el portafolio de valores de un inversionista, una cifra que mantenga la proporción de acciones de mercados emergentes con respecto a la capitalización bursátil global, dicen muchos expertos. Mucho más de eso representa un paso en la dirección contraria a la diversificación.
Es importante tener en su portafolio tanto países de alto crecimiento como otros de bajo, aconseja Brad Thomson, director ejecutivo de Frost Investment Advisors LLC en San Antonio.
Evite los fondos que se concentran demasiado en países o regiones populares.
Decidir si invertir en un sólo país o región requiere habilidades de gestión activa que la mayoría de personas no tiene, dice Kristina Hooper, directora de gestión de valores de Allianz Global Investors.
En cambio, los inversionistas podrían considerar comprar un fondo ampliamente diversificado de mercados emergentes o incluso un fondo de valores internacionales que incluya acciones de mercados emergentes.
Con la diversificación, los inversionistas no se atan a la evolución de una única economía y pueden confiar en un administrador profesional para que encuentre compañías en todo el mundo con balances fuertes y buenas perspectivas de crecimiento.
Tome un compromiso de largo plazo con sus posiciones en los mercados emergentes.
Los mercados en los países emergentes pueden ser volátiles, lo que incrementa el riesgo de que los inversionistas se retiren precisamente en el momento erróneo, justo en el medio de una corrección.
Fuente: http://www.wsj.com/
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