El nuevo programa de compra de bonos por 600.000 millones de dólares de la Reserva Federal ha generado escozor global, debido a las preocupaciones de que inyecte una ola de efectivo a la economía global sin hacer mucho por revitalizar el flojo crecimiento estadounidense.
Ma Delun, un vicegobernador del Banco Popular de China, dijo que estaba preocupado de que esta medida para acelerar el gasto pueda socavar los esfuerzos para equilibrar el crecimiento global.
El programa de la Fed "podría sumar riesgos al desequilibrio económico global, poner presión sobre los mercados emergentes al ajustar su balanza internacional de pagos y también podría estimular la formación de burbujas de activos, todo lo cual requiere de nuestra vigilancia", afirmó Ma en Pekín.
El Grupo de las 20 economías líderes desarrolladas y emergentes (G-20) se reunirá en Seúl el jueves y viernes, y está interesado en mostrar que no han perdido el espíritu cooperativo de avance que fomentaron en plena crisis financiera en el 2008.
El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, llamó el lunes a establecer un nuevo sistema cambiario global, quizás con el oro como punto de referencia. La idea recogió críticas de varios economistas y no hay señal de que esté en la agenda del G-20 esta semana.
Li Daokui, asesor académico del banco central de China, dijo que su país quiere un sistema monetario global más "razonable", pero que el objetivo no es reemplazar al dólar con el yuan.
ESTRICTAS MEDIDAS SEGURIDAD
Seúl elevó su alerta de seguridad al nivel más alto esta semana por preocupaciones sobre violentas protestas anticapitalistas -un fenómeno común en las cumbres de las economías mundiales líderes- y de que su rival Corea del Norte pueda provocar un incidente para avergonzarla.
Las autoridades han recibido cientos de solicitudes para organizar protestas, la mayoría de pequeños grupos, pero la mayor manifestación de sindicatos y movimientos antiglobalización se espera para el jueves, aunque ya hay 50.000 policías preparados.
El martes, dos mujeres activistas de los derechos de los animales de Corea del Sur y Canadá se desnudaron, pero rápidamente fueron cubiertas con mantas y detenidas por la policía cerca del edificio principal del G-20.
Las autoridades cercaron un perímetro de seguridad de 2 kilómetros a la redonda del principal centro de reuniones, y fue promulgada una ley especial para darle a la policía mayor autoridad para desbaratar las protestas y desplegar su personal.
SIN CIFRAS
Mantener la paz política será una prioridad para los líderes del G-20.
La canciller alemana Angela Merkel rechazó los llamados de Estados Unidos para establecer límites numéricos para los balances de cuenta corriente, pero dijo que durante la cumbre de Seúl esperaba evitar una confrontación entre China y Estados Unidos en torno al comercio y monedas.
"No creo mucho en metas cuantificadas de balance de pagos", dijo Merkel el martes al Financial Times, advirtiendo que las tensiones monetarias podrían generar proteccionismo.
Ante la ola de rechazo, el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, echó atrás una propuesta para fijar límites numéricos a los saldos de cuenta corriente de los países y el ministro de Finanzas Japonés, Yoshihiko Noda, dijo que era improbable que el G-20 acuerde sobre cifras duras.
"Tenemos claro que las circunstancias de cada país son diferentes", afirmó en Tokio.
"Es más probable que los países lleguen a un acuerdo sobre una aproximación común, y los ministros de Finanzas de los países miembros debatan los detalles después", dijo a la prensa tras una reunión de gabinete.
Pese a las públicas diferencias, Geithner, insistió en que existe un acuerdo amplio entre los miembros del grupo -incluyendo a China- para frenar los desequilibrios globales entre los ricos países exportadores y las endeudadas naciones consumidoras.
Los líderes del G-20 acordaron el año pasado un "marco" para un crecimiento más balanceado, que llamó a los países superavitarios como China a impulsar la demanda doméstica, mientras que a Estados Unidos y otros grandes importadores, a elevar la tasa de ahorro e inversión.
"Tengo confianza en que se verá un consenso muy fuerte sobre este marco básico, porque reúne las pruebas básicas y es mejor que las alternativas", dijo Geithner a una audiencia de líderes empresariales indios.
"Los chinos apoyan mucho esto. Tiene un montón de beneficios para ellos", agregó.
Fuente: http://www.reuters.com/
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