Mientras la Reserva Federal de Estados Unidos se preocupa por la deflación, en algunas partes del mundo la inflación se podría convertir ahora en un serio peligro. Aunque el FMI espera que la inflación de los mercados emergentes caiga al 5% en 2011 desde el 5,75% actual, las presiones inflacionarias están creciendo en algunos países en desarrollo. La tasa de inflación de India fue de dos dígitos a principios de año. En Brasil, los economistas han aumentado sus previsiones de inflación para 2010 durante seis semanas consecutivas, según el banco central. Tal vez los inversionistas quieran tomar precauciones.
Hay tres formas principales de presión inflacionaria: la primera, los precios de las materias primas. El índice de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación --FAO, por sus siglas en inglés-- está en niveles máximos desde agosto de 2008, debido sobre todo a los cereales. Esto tiene un gran impacto sobre la inflación de los mercados emergentes: en Asia, los alimentos representan el 40% de la cesta del IPC.
En segundo lugar, los esfuerzos de los mercados emergentes para prevenir la apreciación de la divisa podrían resultar ser inflacionarias. El costo de esterilizar las intervenciones en el mercado de divisas --emitiendo bonos para absorber el exceso de divisa local-- se ha hecho muy costoso por las rentabilidades extremadamente bajas de los bonos de Estados Unidos en comparación con la deuda en moneda local. Esto aumenta el riesgo de las intervenciones no esterilizadas, haciendo que aumenten las presiones inflacionarias en el suministro de dinero. Por su parte, los bancos centrales de los países emergentes podrían también evitar subir los tipos por miedo o actuar como un imán para los flujos de capital.
En tercer lugar, los huecos de producción de los mercados emergentes se están cerrando y el mercado laboral podría endurecerse. Muchos países se están preparando rápidamente para un menor crecimiento; en India y China, de hecho, sólo ha habido una pequeña ralentización económica. En Brasil, los salarios medios crecieron más del 11% en septiembre, o un 6% en términos reales, dice HSBC Global Asset Management; en Corea, Polonia y Chile, la tasa de desempleo ha caído a los niveles del ciclo anterior.
¿Cómo pueden protegerse los inversionistas? Una opción son los bonos ligados a la inflación, aunque la liquidez de las emisiones de los mercados emergentes es relativamente baja. El equilibrio de precios en países como Brasil, Turquía o Corea del Sur demuestra que los inversionistas podrían estar subestimando el riesgo de una inflación elevada. Los valores inmobiliarios y de consumo de los mercados emergentes podrían ofrecer un gran atractivo frente a la inflación, sobre todo por la creciente demanda interna. Ya que los inversionistas apuestan por los mercados emergentes, asegurarse un poco no está de más.
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