China sorprendió a los mercados el martes al subir las tasas de interés y provocar una oleada de ventas de acciones, materias primas y monedas a medida que los inversionistas revisan a la baja sus proyecciones sobre el crecimiento del país, que ha sido un motor de la economía mundial.
La reacción de los mercados de divisas fue fulgurante y los países que dependen de la demanda china para sus commodities sintieron el mayor impacto. El dólar estadounidense subió 1,8% frente al dólar canadiense y 2,4% respecto al rand sudafricano, por ejemplo. El dólar australiano, cuyos movimientos están estrechamente ligados a la economía china, retrocedió 2,8% frente al dólar estadounidense.
El impacto también se sintió en los mercados de bienes básicos, donde la demanda china juega un papel significativo. El oro, que la semana pasada batió un nuevo récord, cayó 2,63% para quedar en US$1.335,10 por onza troy. El crudo bajó 4,23% en Nueva York para ubicarse en US$79,49 el barril.
Se trata del primer aumento de las tasas de interés en China desde el fin de la crisis financiera. La sorpresiva decisión pone de manifiesto la creciente brecha entre las pujantes economías emergentes y los países desarrollados que intentan reactivarse.
El Banco Popular de China anunció el martes un alza de un cuarto de punto porcentual en la tasa de interés de referencia a un año sobre los préstamos y depósitos. La medida constituye el primer ajuste de las tasas de interés desde diciembre de 2008, cuando el banco central las recortó en 0,27 puntos porcentuales como parte de un paquete de estímulo para combatir los efectos de la crisis financiera global. El último incremento de las tasas tuvo lugar en diciembre de 2007, cuando la inflación superaba el 6%.La decisión se produce días antes de la reunión que mantendrán en Corea del Sur los ministros de Finanzas y banqueros centrales de todo el mundo, aunque no parece tener ningún vínculo directo con la cumbre, ni tampoco es probable que reduzca la presión sobre China para que permita una mayor apreciación del yuan. Los economistas indicaron que el alza tenía el objetivo de evitar la formación de una burbuja inmobiliaria y controlar la inflación.
"Asia lidera la recuperación global y se está moviendo rápidamente hacia condiciones normales" de política [económica], dijo el lunes en Shanghai el presidente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn.
En Estados Unidos, Europa y Japón, mientras tanto, las tasas de interés permanecen inamovibles en mínimos históricos. La débil recuperación de la economía no ha reparado el daño económico de la crisis y las autoridades buscan maneras de estimular el crecimiento. Esta divergencia de situaciones económicas se refleja tanto en las tensiones comerciales —principalmente en la presión ejercida por EE.UU. y Europa a China para que permita la apreciación del yuan —y los rápidos flujos de capitales hacia los mercados emergentes. Las tensiones amenazan con eclipsar la cumbre del Grupo de los 20 fijada para el próximo mes.
Fiel a su costumbre, el Banco Popular de China no brindó detalles sobre la decisión, que se produce dos días antes de la divulgación de las cifras económicas correspondientes a septiembre y el tercer trimestre.
Los economistas, de todas maneras, consideran que una de las principales justificaciones del alza de tasas son los altos precios de las viviendas. Desde abril, las autoridades han adoptado numerosas medidas para frenar las compras especulativas y hacer más asequible la compra de casas para el ciudadano común y corriente, atacando un problema que, según los propios líderes chinos, amenaza la estabilidad social.
Estas políticas, sin embargo, no rindieron los frutos esperados. Si bien las ventas se enfriaron, las precios de las viviendas permanecieron estables durante tres meses antes de reanudar su marcha alcista en septiembre, según cifras oficiales. La situación fortaleció la postura de quienes abogan por medidas más severas, dijeron economistas.
Ante los magros intereses ofrecidos por los bancos —la tasa de depósitos a un año subirá a sólo 2,50% tras la decisión del martes— las familias tienen un poderoso incentivo para colocar su dinero en activos que ofrecen un retorno más suculento.
Asimismo, varios indicadores más amplios de inflación han estado subiendo. Los precios al consumidor avanzaron 3,5% en agosto frente al mismo mes de 2009, mermando aún más el retorno de los ahorros. Por lo tanto, la única manera de "desinflar la burbuja inmobiliaria" es subir las tasas, dijo Stephen Green, economista del banco británico Standard Chartered.
El alza en las tasas de interés representa un cambio de estrategia de las autoridades chinas, que hasta ahora habían recurrido a controles administrativos como límites a los préstamos bancarios y cambios en las cuotas iniciales de compra de vivienda. "La decisión de hoy de subir las tasas sugiere que Beijing considera que las anteriores medidas más focalizadas ya no son suficientes para mantener a la economía estable", dijo Brian Jackson, de Royal Bank of Canada.
El incremento de las tasas de interés reduciría las posibilidades de una apreciación más abrupta del yuan, indicó Ben Simpfendorfer, economista de Bank of Scotland. China, manifestó, "por lo general evita alzas mediante el uso simultáneo de múltiples instrumentos de política [monetaria]", dijo, "y probablemente esperará a ver el impacto del alza de hoy, incluyendo el impacto sobre el flujo de capitales, antes de permitir una apreciación más acelerada de la moneda".
Nicholas Lardy, del Instituto Peterson de Economía Internacional, un centro de estudios de Washington, cree que atraerá más fondos hacia China, lo que obligará al gobierno a intervenir en el mercado y comprar más dólares para mantener baja la cotización del yuan. "Van a tener que trabajar más para impedir el alza del yuan", observó.
Fuente:
http://www.wsj.com/