sábado, 18 de septiembre de 2010

China: Actividad en azul. Presiones inflacionarias crecen.


Hace un par de meses, mucho se decía sobre el riesgo de una fuerte desaceleración
china, que influiría negativamente la recuperación mundial de la crisis. Hoy, los más
recientes indicadores de la economía parecen poner en un segundo plano dicho
riesgo y, por el contrario, sugerir una realidad distinta: el rebote de la actividad, unido
a presiones inflacionarias que empiezan a materializarse. Al respecto, todas las variables
macroeconómicas relevantes para el mes de agosto sorprendieron al alza lo
esperado por el consenso y/o aceleraron. Así, por ejemplo, las ventas minoristas
aceleraron su ritmo de expansión anual de 17.9% a 18.4% en dicho mes. En adelante,
su dinamismo se mantendría pues se espera que dichas ventas sigan aumentando
en las zonas rurales, lo que compensa la moderación reportada en la venta de
autos en las zonas urbanas. Por su parte, los nuevos créditos aumentaron a un ritmo
ligeramente mayor al de julio. En efecto, los nuevos créditos alcanzaron RMB 545.2
mil MM (vs. RMB 532.8 mil MM un mes antes). Con ello, en el año, los bancos han
realizado préstamos equivalentes al 75.8% de la cuota anual (RMB 7.5 billones),
con lo que es de esperar que la expansión del crédito persista en los próximos meses,
en especial en las zonas rurales y a las pequeñas y medianas empresas. Asimismo,
la producción industrial creció 13.9% en agosto respecto de 2009, superando
lo realizado un mes antes (13.4%) y lo esperado por el mercado (13.1%); al tiempo
que la inversión bruta fija aceleró su expansión por primera vez desde mayo,
pasando de 22.2% a 24.2% respecto de 2009.
Si bien dichos indicadores merecen una lectura positiva, es importante mantener
cautela pues parte del desempeño se debería a eventos inusuales ocurridos en julio
y podría verse afectado negativamente por algunas medidas gubernamentales. En el
caso de la producción industrial, por ejemplo, el rebote de agosto respondería a las
inundaciones registradas un mes antes, lo que permitió una base de comparación
más baja y la postergación de planes de producción para agosto. Además, es de
considerar que existen planes de suspensión de la energía eléctrica en varias provincias
de la costa para cumplir con la meta de conservación de energía impuesta por el
gobierno, lo que impactaría sobre varios conglomerados industriales. Si bien existen
fuertes presiones para que tal meta se amplíe y, con ella, aumenten las cuotas de
consumo de energía, es de esperar que los cambios (si los hubiese) tarden, con lo
que el impacto negativo se realizaría. Por su parte, en relación a la inversión bruta
fija, el desempeño de agosto respondería, en parte, a la realización de algunos proyectos
específicos y a una baja base de comparación. Más aún, es de esperar que
dicha inversión siga enfrentando algunos contravientos en la medida en que la política
restrictiva del gobierno se mantiene y existe un panorama aún incierto en las ventas
de inmuebles.
En medio de un dinamismo de la actividad en azul, que hay que tomar con cautela,
el índice de precios al consumidor aceleró a 3.5% en agosto respecto de 2009, el
mayor nivel desde finales de 2008. En tal desempeño influyó, sobre todo, la evolución
del precio de los alimentos, cuya variación anual alcanzó 7.5% y que sólo en
agosto creció 2% (vs. 0% en no alimentos). Los precios de los vegetales, cerdo y
huevos fueron los que aportaron significativamente al alza. Si bien dicho desempeño
se debería a la inundación de julio, con lo que cedería en septiembre, algunas presiones
al alza en la inflación no cederían en el corto plazo. En principio, durante
1S10 hubo una fuerte contracción en la oferta de cerdo debido a la enfermedad que
se propaló y no se espera que la oferta se restablezca sino hasta 2T11. Asimismo, la
mayor cantidad de dinero en poder de las familias seguiría presionando los precios
de algunos alimentos, como granos y huevos, con lo que la inflación esperada al
cierre del año se ubicaría en el rango de 3.5% y 4.0%.
Pese a todo lo anterior, no se espera que el Banco Central de China incremente las
tasas de interés en el corto plazo. De acuerdo con los analistas, se percibe que las
autoridades se encuentran poco dispuestas a tomar más medidas restrictivas para
resguardar la confianza en el dinamismo de la economía. Para controlar la presión de
los precios, es más probable que el gobierno busque regular algunos de ellos o asegurar
la distribución más conveniente de los productos agropecuarios.

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