Incluso si la Reserva Federal de Estados Unidos se retuerce, la economía podría no bailar con ella.
Los decepcionantes datos de empleo del viernes 4 de septiembre incrementaron las expectativas de los inversionistas de que la Fed adoptará una flexibilización extraordinaria en su reunión de fines de septiembre. El desplome de las acciones europeas este lunes solamente alimentará esas expectativas. Un posible curso de acción sería que la Fed cambie o "retuerza" su portafolio de títulos del Tesoro de US$1.650 billones (millones de millones) para que contenga deuda de vencimiento a más largo plazo.
La reacción del mercado dependerá del tipo de "retorcimiento". Por ejemplo, en un escenario, los rendimientos de la deuda a corto plazo podrían subir mientras que aquellos de los bonos a diez años podrían caer todavía más en la medida en que la Fed incremente las compras de esos títulos.
Dejando a un lado los detalles, ¿qué impacto tendría un cambio así en la economía? Probablemente no mucho. En algunos sentidos, la "retorcida" es similar a los programas de "relajamiento cuantitativo" de la Fed por los cuales compra títulos del Tesoro, indicó Michael Cloherty, jefe de estrategia para tasas de interés en RBC Capital Markets, en un informe el pasado viernes. La ventaja, agregó, es que "el nombre relajamiento cuantitativo (QE, por sus siglas en inglés) está muy manchado hoy, así que hay algo de bueno en tener una etiqueta diferente para una política similar".
Más allá de los nombres, las políticas de relajamiento del banco central habitualmente alientan a las empresas a tomar prestado y a invertir debido a las tasas más bajas. Pero las compañías ya son renuentes a expandirse a pesar de las tasas de interés que ya son "súper bajas". Un cambio en el portafolio no es probable que cambie eso.
Otro beneficio debería ser tasas hipotecarias más bajas. Sin embargo, pasa lo mismo, ya están en niveles históricamente bajos, en tanto que los precios de las viviendas están deprimidos y la oferta inmobiliarias abundante. Con los compradores dubitativos, incluso tasas de interés más bajas podrían no revivir el mercado de la vivienda.
Finalmente, algunos podrían esperar que la nueva política incremente la confianza generando un alza de las acciones como el que provocó el programa de compra de bonos por US$600.000 millones. Sin embargo, "retorcer" no ampliará el balance de la Fed y podría dar la impresión de que está luchando contra lo imposible, especialmente dado el escepticismo respecto a la efectividad del último programa QE para dinamizar la economía.
Mientras tanto, hay potenciales desventajas. La Fed estaría extendiendo su manipulación de los mercados explícitamente hasta abarcar toda la gama de los rendimientos. Esto implica que los inversionistas tendrían menos claridad respecto a la curva del rendimiento como una forma de señalar las tendencias sobre la inflación a largo plazo y el crecimiento.
La Fed también alimentaría los temores de que está monetizando la deuda del gobierno de largo plazo. Eso podría incrementar la presión política sobre ella, debilitar más al dólar y hacer que el oro llegue a nuevos máximos.
Y esos son riesgos aparentes. "La Fed puede pensar que sabe cuáles serán los resultados, pero ha habido sorpresas escondidas en cada decisión extraordinaria que la Fed ha tomado en los últimos tres años", indica Jim Vogel de FTN Financial.
Desafortunadamente, no es probable que las sorpresas escondidas incluyan un desplome del desempleo o un crecimiento económico sólido. Como la propia Fed ha reconocido, su capacidad para sanar la economía cada vez está más limitada.
Fuente: www.wsj.com
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